La culpa materna: ¿enemiga o aliada?

Esa sensación de culpa que tantas mamás cargan no es un signo de que estén fallando, sino de que les importa profundamente lo que hacen. La culpa, en dosis manejables, es un recordatorio de la importancia del rol que desempeñas. El problema aparece cuando se convierte en una voz constante que erosiona la confianza.

Reconocer que la culpa está ligada al amor puede ayudarte a verla de otra manera: no como una enemiga, sino como una señal de tu compromiso. Y sí, todas las madres sienten culpa por distintas razones: trabajar, no trabajar, salir, quedarse, ser estricta, ser flexible… El truco está en recordarte que eres suficiente tal como eres.

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